sábado, 14 de junio de 2008

Ella Feminista... el Libertario... los dos Periodistas

El 7 de Junio se festejó otro día del Periodista, fecha que no puede pasar desapercibida para quienes se precian de tales y menos, para nuestra publicación, que cumple con esa tarea, desde un lugar muy especial. Precisamente, ese sitio que nos hemos dado en el ámbito de la Comunicación, hace que no busquemos ni los homenajes, ni los personajes tradicionales que uno cita para estas fechas.

Luego de una importante serie de lecturas, donde destacadísimos colegas fueron pasados a espera, hasta una mejor oportunidad para escribir respecto a sus virtudes, un hombre y una mujer, con poca publicidad, fueron los elegidos. Horacio Badaraco, un periodista que simpatizó con la causa anarquista y, sobre todo, con el espíritu libertario, tanto como la independencia que persiguió la primera comunicadora del ámbito rioplatense: Petrona Rosende.

Ambos son sinónimo de una Prensa que no entendía de intereses personales ni de visiones tradicionales. Para la mujer, fue un camino muy difícil el que debió abrir, en una época en que el “machismo”, era práctica constante de todos los estamentos sociales y sus congéneres eran delegadas a las tareas del hogar, el cuidado de la familia y unos pocos oficios, muy mal remunerados. El masculino eligió no servir al Periodismo conservador que condensaba el espectro de noticias en el país, despuntando su amor por la actividad, desde un espacio clandestino.

Badaraco nació el 14 de marzo de 1901 en Buenos Aires, y vivía en el barrio de Congreso, dentro del seno de una familia de constructores de barcos. Pese a un origen acomodado, fue trocando sus costumbres de pequeño por una creciente inquietud política, ligada a ideologías proveniente del continente europeo, que hallaban una fisonomía bastante particular en la América del Sur.

Participó de varios intentos periodísticos, entre ellos “La Obra”, pero sus artículos más locuaces pueden observarse en “La Antorcha”, un pasquín anarquista de amplia divulgación, donde hacía gala en defensa del antimilitarismo, aportaba a favor de las mujeres y la educación antiautoritaria y racionalista. Además, repudiaba los asesinatos de miles de habitantes nativos, perpetrados en nombre de la civilización gobernante.

Profundamente afectado por la masacre obrera en la Patagonia, funda el diario Spartacus y su homónima Asociación Campesina y Obrera. De allí saldrían sus mejores escritos, creciendo el compromiso con su militancia política…tan fuerte, que lo lleva a combatir, defendiendo la República, en la Guerra Civil Española. En su vuelta a la Argentina, continuó su proclama constante, desde el espacio que lo viera crecer periodísticamente.

Petrona Rosende de Sierra que vivió desde 1787 hasta 1862, nació en la capital del Uruguay y tenía cuarenta y tres años cuando emprendió la realización de una revista femenina. Además, tuvo algunas otras experiencias en el periodismo de carácter poético. Sus versos fueron publicados en el “Parnaso Oriental” en 1835 y 1837. La Directora no daba a conocer su identidad en la edición del Periódico “La Aljaba”, cuyo valor por número, era de dos reales. Salieron dieciocho ejemplares, hasta enero de 1831 y se promocionaba a partir del siguiente slogan "Nos libraremos de la injusticia de los hombres solamente cuando no existamos entre ellos".

Los escritos de La Aljaba, editados a dos columnas y que incluían poemas, fábulas y pequeños ensayos, mostraban a una Rosende de Sierra culta, de gran sentido común, con mucha capacidad de reflexión y evidente influencia religiosa. Demostraba sus ideas acerca del rol de la mujer en la sociedad y exaltaba las normas morales. Entre los temas tratados en su artículos figuran la educación, la amistad, la religión, la beneficencia, el amor a la patria, y sobre todo la igualdad entre los géneros. No hizo caso omiso de la situación política del momento, ya que dejó sentado que su Revista "no aceptaría un país dividido entre Unitarios y Federales sino uno de argentinos amantes de su patria.”

Ambos tuvieron aciertos y errores, como todo comunicador que se ve sometido al trabajo constante con la realidad, asumiendo el papel de comentarista de la misma, a través de juicios de valores propios, pero no siempre correctos; justificar muertes o discriminación de géneros no es de lo más aceptable. Ahora bien, nadie podrá “achacarles” el compromiso con las causas que prometieron defender.

Decía Badaraco, como una especie de testamento político - periodístico: "en los últimos meses ya no hay indiferencia política. Casualmente el peronismo y el triunfo del peronismo es el castigo por nuestras insuficiencias en materia y en vida política. (...). Los obreros atrasados, los olvidados por nuestra burguesía nacional y la oligarquía reaccionaria, movidos por los apremios de sus insoluciones y castigados por el resentimiento fomentado por una expoliación sin límites, votaron a Perón."

Alegaba la Periodista, en su defensa del género, "no aplaudida, porque en ello no está su ambición fijada. Ahora aspira a ser leída. Y en otro tiempo admirada." "El talento de las mujeres nada tiene que envidiar al del hombre para ejercer el arte, la ciencia o el cultivo”. Ambos, desde sus miradas particulares y, absolutamente, atravesados por un marco de ideologías y creencias, señalaron distintos caminos en la profesión que abrazamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Desconocía a ambos personajes.¡Qué bueno este ejercicio de conocimiento de tantos seres que aportaron,casi desde el anonimato,a la construcción de la vida de nuestro país!.Ana